Recuerdo la primera vez que probé el CBD: era una botellita de aceite que me dio un amigo en una feria de bienestar local. Era un poco escéptica. Pero había oído hablar lo suficiente del potencial del CBD para favorecer la relajación, la concentración y el bienestar general como para darle una oportunidad. Poco después, me encontré explorando diferentes formatos. Necesariamente, me topé con las cápsulas de CBD. Surgió una pregunta: ¿qué formato es realmente mejor? Hoy quiero compartir mi experiencia y mis conocimientos para ayudarte a decidir si te conviene más el aceite de CBD o las cápsulas de CBD.
Aceite de CBD: flexible y de acción rápida
Cuando empecé a consumir aceite de CBD, me encantó el nivel de control que ofrecía. Basta con llenar el gotero, colocar unas gotas bajo la lengua y esperar un minuto más o menos antes de tragar. Este método permite una rápida absorción a través de las membranas mucosas. También permite ajustar la dosis gota a gota.
Ventajas del aceite de CBD
- Dosis regulada: Con el aceite, puedes empezar poco a poco e ir aumentando poco a poco hasta dar con el "punto óptimo". Esto puede ser especialmente útil si eres nuevo en el CBD.
- Absorción más rápida: La aplicación sublingual suele producir efectos más rápidos, lo que puede ser útil si estás controlando el estrés ocasional o quieres apoyo antes de una gran reunión o acontecimiento.
- Versatilidad: Además de tomarlo bajo la lengua, puedes mezclar aceite de CBD en batidos, ensaladas o productos horneados, añadiéndolo a tu rutina diaria con facilidad.
Contras del aceite de CBD
- Sabor y textura: El sabor "terroso" no es para todos. A algunas personas les resulta desagradable. Y la textura aceitosa puede resultar repulsiva.
- Medición de cada dosis: Utilizar un cuentagotas puede resultar un poco complicado y menos cómodo.
Cápsulas de CBD: discretas y cómodas
Las cápsulas son mi opción preferida cuando viajo o tengo un día ajetreado. Sólo tienes que abrir una cápsula con un sorbo de agua y ya está. No hay necesidad de lidiar con cuentagotas, sabores o conjeturas. Este discreto formato es perfecto si quieres incorporar el CBD a tu rutina diaria sin llamar la atención.
Ventajas de las cápsulas de CBD
- Dosis premedidas: Usted sabe exactamente cuánto CBD está recibiendo cada vez.
- Sin problemas de sabor: Como el CBD está encapsulado, no tiene sabor a tierra.
- Para viajar: Las cápsulas caben fácilmente en el bolso o la maleta.
Contras de las cápsulas de CBD
- Inicio más lento: Puede que tengas que esperar un poco más para notar los efectos.
- Dosificación menos flexible: Se obtiene lo que se obtiene - no hay una manera fácil de ajustar la dosis como con el aceite.
¿Qué necesitaba elegir?
A la hora de decidir entre el aceite de CBD y las cápsulas de CBD, todo depende de tu estilo de vida. ¿Valoras la absorción rápida y las dosis ajustables? Entonces el aceite de CBD puede ser tu mejor opción. O tal vez te importen más la comodidad y la regularidad. En ese caso, las cápsulas podrían ser las ganadoras.
A mí me gusta tener los dos a mano. Si estoy en casa y quiero tener la flexibilidad de ajustar mi ración, recurro al aceite. Si estoy de viaje o necesito algo sin complicaciones, recurro a las cápsulas. Mi consejo: empieza por pensar en tus prioridades -sabor, comodidad, control de la dosis- y estarás mejor preparado para elegir el formato que mejor se adapte a tu rutina diaria.
Resumen
Tanto el aceite como las cápsulas tienen sus ventajas únicas. Si conoce los pros y los contras de cada uno, estará mejor preparado para tomar una decisión. Ya sea por la dosificación ajustable y los efectos más rápidos del aceite o por la sencillez de las cápsulas. Existe una solución de CBD que se adapta a tu estilo de vida como un guante.